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La idea de paz ha colapsado. Hemos perdido un poco esa sensación de estar en el siglo XXI como referencia de progreso. Aquella idea tan occidental de marcar este siglo como un momento histórico donde "la violencia ya no tenía sentido", entre otras expectativas fracasadas. 


Desde la guerra de Ucrania, sentimos que en Europa se ha instalado un campo de batalla y ahora, que peligran nuestros ahorros o las vacaciones, ya no nos gusta tanto. Pero es lo que tiene ser tan amigos de los americanos, ¿qué pensábamos? ¿Que todo se quedaría en celebrar Halloween y en comer hamburguesas como en las películas de Hollywood? No, amores, esto es otra película de terror que, una vez más, nos están poniendo en todas las carteleras, basado en hechos reales. 


Para los que se perdieron las películas anteriores, aquí les hago una sinopsis bien resumida de la saga. Después de Guerra Mundial I y Guerra Mundial II, vinieron 46 años de Guerra Fría, una serie larga y muy aburrida que ilustra un mundo bipolar interpretado por la Unión Soviética y Estados Unidos. Cargada de estrategias geopolíticas, manipulación y muchas muertes colaterales, la serie termina con la muerte de la Unión Soviética en el año 1991, dejando unos Estados Unidos inmensamente poderosos, al mando de todo y sin ningún villano que les pudiera plantar cara. 


Para poder seguir exprimiendo la saga, los guionistas americanos decidieron inventar nuevos personajes. Cuando salieron los grupos terroristas Al-Qaeda o ISIS, fue un fenómeno a nivel mundial. Lo de los terroristas vende como villano. Cuando nos dimos cuenta de que las armas de destrucción masiva, el motivo principal de la guerra, no habían existido nunca en Irak, los americanos ya se habían cargado a todo el mundo y tenían inaugurados McDonald’s en todas las mezquitas del país (esto si que son armas de destrucción masiva). Los espectadores no pudieron ni imaginar que detrás de la trama lo que querían realmente era acabar con Saddam Hussein por desafiar al petrodólar. Básicamente mataron al gobernante de otro país por comercializar con su petróleo (petróleo iraquí) en una moneda que no era el dólar, y para hacerlo vendieron la imagen de lo peligrosos que eran los musulmanes. Estos planes maléficos de Hussein habrían tenido consecuencias desastrosas para la economía de Estados Unidos y acabar con ese desafío fue una muestra clara del mundo unipolar en el que vivíamos. 


Durante estos años de gozo de poder, la sociedad occidental también se fue durmiendo y empobreciendo, mayormente por aplicar políticas cada vez más globalistas que han fomentado la dependencia de los mercados externos. Este modelo ha disminuido la capacidad productiva de los países, ha vendido la autosuficiencia en beneficio de los gigantes corporativos y nos ha dejado a la intemperie con la idea de que este modelo es la solución a todos los problemas que se generan al aplicarlo. Mientras tanto, el mundo a nuestro alrededor fue evolucionando y creciendo. Se consolidaron otros modelos muy criticados, pero que están demostrando ser más efectivos a nivel de crecimiento y estabilidad (estas palabras que gustan tanto a los economistas). Y ahora tenemos grandes potencias mundiales capaces de desafiar la tan aclamada "democracia" americana. Fue aquí cuando la trama dio su giro inesperado, el inicio de la guerra de Ucrania. El primer indicio claro de que el mundo ha cambiado a un modelo multipolar, y esto se nos está atragantando.Lo único que nos queda a los occidentales es seguir con nuestras estrategias colonialistas, porque no sabemos hacer nada más que relacionarnos con el mundo a través de la violencia. 


Es aquí donde entra Israel, que es como cuando después de la crisis del 2008 y el desmantelamiento de una parte de la corrupción política española, pusieron a Pedro Sánchez, como una estrategia para darle una cara rejuvenecida a las políticas bipartidistas rancias de siempre pero que, en el fondo, todos sabíamos desde el principio que no había cambiado nada, solo se lo creyeron los mismos que votan al PSOE de siempre. 


"Lo único que nos queda a los occidentales es seguir con nuestras estrategias colonialistas, porque no sabemos hacer nada más que relacionarnos con el mundo a través de la violencia." 


De la misma manera que Pedro Sánchez aporta credibilidad de cambio y progreso, el caso de Israel es un lavado de cara para el viejo colonialismo. Todo el mundo sabe que Israel es un colonialismo ultra-fascista, excepto aquellos que son partidarios del Sionismo. 


Lo peor de todo esto son las consecuencias para las personas del Medio Oriente, en particular para los palestinos que resisten el colonialismo desde finales del siglo XIX, cuando el Imperio Otomano perdió el control de la región y Palestina pasó a formar parte del Imperio Británico. Después de la Primera Guerra Mundial, en 1917, con la Declaración Balfour, Gran Bretaña expresó su apoyo a la creación de un "hogar nacional judío" en Palestina, sentando las bases para el establecimiento del Mandato Británico de Palestina en 1920. Durante este período, hubo una creciente inmigración judía a Palestina, lo que llevó a tensiones con la población árabe local. En 1947, las Naciones Unidas propusieron un plan de partición que dividiría Palestina en un estado judío y un estado árabe, pero fue rechazado por los líderes árabes. Esto condujo a la guerra árabe-israelí de 1948 y al establecimiento del Estado de Israel, marcando el inicio de un conflicto que continúa hasta hoy. 


Los intereses para el control del Medio Oriente se remontan a épocas de opresión imperialista y pueden provocar consecuencias desastrosas de una magnitud planetaria a día de hoy. El Medio Oriente es el caldo de cultivo para una escalada hacia la Tercera Guerra Mundial, con armamento nuclear incluido. Por este motivo, también es muy importante el control de la narrativa. Al frente hay una guerra mediática que busca dominar la información, controlar la opinión pública para poder justificar la violencia. Una violencia que se retransmite en televisiones y redes sociales, divulgando ataques bélicos, colocando cámaras de acción en los cascos de los soldados como si fueran influencers. Todo para que creas que es necesaria la guerra. 




Este articulo es parte de The Posttraumatic VOL.7 "GENOCIDE".

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